Aveces no me soporto,intento ser otra persona mimetizándose o simplemente,opto por alejarme de mi.
Me aferro a mis viejas creencias, esas que jamás me han hecho bien; es mi única ancla con el mundo que me invade y me agobia.
Me amarro a ese barco a la deriva que nunca llega a su destino. En otras vislumbro pequeñas luces, por rendijas de puertas cerradas.
Pero vuelvo a mí, dispuesta a perdonarme a quererme, como nadie lo hizo en esta vida. Hago un pacto con mi yo interior, el de protegerme ante cualquier daño en el que yo misma puedo hacerme.
Me abrazo fuertemente, me felicito por los logros obtenidos y trato de pasar más tiempo juntas. Porque a lo largo de esta vida estás solo, aunque te encuentres rodeado de gente y traten de quererte y protegerte, nunca nadie como vos puede hacerlo.
Por eso a la larga escojo estar sola conmigo y nadie más.
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